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Psicoanálisis y Economía

lunes, 14 de febrero de 2011

Contenido y función del discurso en el periodismo político

Sebastián Plut


Introducción
En nuestros estudios sobre psicología política hemos prestado atención a un conjunto variado de manifestaciones: discursos orales y escritos, de políticos que ocuparon cargos presidenciales y de dirigentes opositores, etc. Asimismo, realizamos análisis en diferentes niveles, esto es, investigamos redes de palabras, relatos y/o actos de enunciación. En este conjunto, también dimos cabida al análisis del discurso periodístico, especialmente de los medios gráficos.
En esta ocasión deseamos investigar un reportaje en el cual si bien el entrevistado no es un político sino un conocido actor (Ricardo Darín), el motivo y tema de la noticia sí es político. La entrevista fue realizada por un periodista del Diario Perfil, para su edición del sábado 5 de febrero de 2011, a propósito de un spot televisivo de Greenpeace, que el actor protagonizó y cuyo objetivo es la concientización respecto de los perjuicios ambientales de las usinas de carbón para la producción de energía eléctrica.
Nuestro propósito, en los trabajos ya citados y en este mismo, no es tanto examinar las ideas políticas sino, más bien, investigar ciertos modos de expresión como testimonio de la subjetividad. Dice Maldavsky: “…nuestro interés es poner en evidencia la eficacia de la subjetividad para concitar acuerdos o disensos, más allá de la orientación política de los actores intervinientes” (2002, pág. 22). De este modo, con este artículo seguimos una orientación ya presentada en trabajos previos (Maldavsky, 2002; Plut 2009, 2010a, 2010b).

El periodismo político
La investigación sobre periodismo político, cuando se trata de una entrevista, comprende dos sectores globales: por un lado, las estrategias de formulación de las preguntas y, por otro lado, las correspondientes a la edición de la nota. Esta segunda dimensión es la estudiada frecuentemente aunque, en rigor, no es específica de los reportajes sino que abarca al conjunto de notas de los medios de comunicación. Van Dijk (1990) se ha referido a los procesos de transformación desde el texto fuente de la noticia al texto periodístico. Para el caso de un reportaje podemos decir que hay un hecho que lo motiva, una primera transformación que opera en la decisión sobre la elección de las preguntas y una segunda transformación que se presenta en la edición.
En general se ha destacado la eficacia e influencia del periodismo en la formación de opinión pública. Según los diversos autores dicha influencia se ejerce sobre la tematización, esto es, sobre el establecimiento de temas, de la agenda. Sin embargo, el establecimiento de la agenda posee múltiples fines: determinar cuáles son los temas, cuál es su relevancia y qué interpretar o pensar sobre aquéllos (Cohen, 1963; D’Adamo, et al., 2000; Sánchez Manzanares, 2008; Van Dijk, 1990). Es decir, la idea central es tomar al discurso periodístico desde la perspectiva de la retórica de la persuasión, en su capacidad de inducir ciertos pensamientos, creencias y actitudes. Cabe agregar que la eficacia de las estrategias periodísticas se sustenta en gran medida en el supuesto de objetividad de la información. Sánchez Manzanares afirma que “en la noticia, por cuanto la dimensión persuasiva tiene que verse en relación con la verosimilitud de la información, el léxico seleccionado para la construcción de una isotopía tiene que parecer neutro” (2008, pág. 14). Por su parte, Perelman y Olbrechts-Tyetca sostienen: “La elección de los términos, para expresar las ideas, pocas veces se produce sin alcance argumentativo” (1989, pág. 240).
En este marco, pues, cobra relevancia el estudio de las estrategias retóricas para orientar la atención, el pensar y el actuar de los ciudadanos. Algunas de las estrategias mencionadas en la bibliografía sobre teoría de la argumentación son: la apelación a valores consensuales, el uso de sobreentendidos, exageraciones, comparaciones metafóricas, etc.
Hay otro aspecto, quizá algo menos investigado, que corresponde a la tentativa de inducir estados afectivos, tales como pesimismo, desconfianza, escepticismo, pánico, entre otros (Maldavsky, 2002; Graber 1994). Graber (op. cit.) ha señalado que la manipulación que ejercen los medios tiende a la creación de un determinado “clima” político.
En suma, el discurso político –en este caso, del periodismo político- tiene valor como acto, como escena desplegada con alguna finalidad: generar adhesiones, fortalecer hostilidades, presionar, enmascarar, hacer hacer, hacer creer, hacer sentir, reforzar la legitimidad, autoridad y credibilidad del enunciador.

Análisis del reportaje a Ricardo Darín
Nuestro estudio se basa en un método de análisis del discurso de orientación freudiana (el algoritmo David Liberman), el cual procura detectar deseos y defensas en tres niveles: palabras, actos del habla y relatos. No expondré aquí las características del método (así como tampoco el detalle del análisis realizado) pero cabe agregar que nos centraremos en el segundo de los niveles mencionados, los actos del habla. Estos expresan las escenas desplegadas por quien habla, más allá de los relatos o hechos a los que se está refiriendo. Si bien, tal como hemos visto en otros autores, tiene relevancia la elección de ciertos términos, optamos por el estudio de los actos del habla pues es tributario de la retórica de la persuasión.
Al estudiar la entrevista publicada en el Diario Perfil partimos de dos interrogantes: a) ¿cuáles son los supuestos y estrategias del periodista al formular las preguntas?; b) ¿cuál es la función (y metas) que se evidencia en la edición?
La nota que contiene la entrevista al actor, hemos dicho, difunde un spot de la organización Greenpeace alertando sobre los riesgos ambientales de las usinas de carbón para producir energía eléctrica. El artículo se compone de dos partes, una inicial en la cual el periodista comenta el spot, describe algunos rasgos de Darín al tiempo que cita algunas de sus frases. Luego, en la segunda parte figura el reportaje propiamente dicho que consta de 8 preguntas. Asimismo, la nota se acompaña de dos fotografías, una en la que se ve al actor y otra en que Darín y dos o tres personas más están mirando el spot.
Suele ocurrir que los lectores de diarios no lean las notas completas sino que solo se detengan en el título, el copete y los destacados. Por tal razón, tales sectores constituyen los fragmentos centrales del artículo. Veamos, entonces, las frases correspondientes.

El título dice: “Darín le pide al Gobierno que la usina de carbón no se construya”.

La primera pregunta que nos hacemos es por qué se menciona a Darín en el título de la nota, cuando, aun siendo el protagonista de spot, es la ONG Greenpeace quien formula el pedido al Gobierno. Una respuesta podemos encontrarla en el final del primer párrafo del artículo: “La gente de Greenpeace seguramente lo tuvo claro: entre tantos actores, nadie mejor que Darín para dar un mensaje creíble”.
¿Por qué debería ser una persona creíble la que protagonice el spot? ¿Es este un atributo necesario para el proyecto de la ONG? Y además, ¿creíble para quién? ¿Para el Gobierno? No, para los televidentes que observarán el spot. De manera que el audiovisual tiene dos destinatarios: un destinatario del “pedido” (el Gobierno) y un destinatario del “acto de pedirle al Gobierno” (los televidentes). Dicho de otro modo, la ONG se propondría mostrarles a los ciudadanos, mediante un personaje público y honesto, que le está pidiendo algo al Gobierno.
Sin embargo, lo que nos interesa aquí no es cuánto y por qué Greenpeace habría jerarquizado la credibilidad del actor, sino qué función tiene en la nota exponer este juicio valorativo sobre Darín.
Conjeturamos que adjetivar así al actor constituye una estrategia de caracterización implícita de los personajes en juego. En efecto, la escena supuesta es la de un conflicto entre una ONG y el Gobierno, siendo que para el periodista la primera (Greenpeace) queda investida de la credibilidad. ¿Qué atributo se deriva, entonces, para el otro actante del enfrentamiento, el destinatario del pedido? Por otra parte, destacar la credibilidad del actor es un modo de ejercer presión ya que por esa vía se reforzaría la validez de lo que se solicita.

La frase del copete se compone de dos partes: 1) “El actor protagoniza un spot de Greenpeace que hace hincapié en el cambio climático”. 2) “Respeta a sus colegas ultrakirchneristas pero dice que se debe discutir más las ideas y no temer a la represalias”.
La primera parte consiste en una información concreta sobre las características del spot, en tanto que la segunda es algo más compleja.
Por un lado, esta frase también toma la forma de una información, en este caso, sobre lo que habría dicho el actor. Sin embargo, en su interior hallamos otros dos actos del habla: a) énfasis o exageración (“ultrakirchneristas”) y b) adversativo (“pero”).
El énfasis adquiere el valor de una descalificación ya que sobredimensiona el grado de adhesión que algunos actores tendrían al personaje (Gobierno) presuntamente cuestionado.
Por su parte, el adversativo une dos partes con la función de objetar y anular la primera por medio de la segunda. Como si Darín hubiera dicho que si bien respeta a los colegas ultrakirchneristas, éstos serían sujetos que no discuten ideas.
Claro que conviene tener en cuenta que: a) Darín no utilizó el término “ultrakirchneristas”, sino que es un recurso del periodista (igual que la alusión a la “credibilidad”); b) el enlace producido por el adversativo (“pero”) también pertenece a la factura periodística (ya que está uniendo frases del actor dichas en dos momentos diferentes, tal como luego veremos). Esto es, la objeción a los adherentes al Gobierno no pertenece a los actos del habla del actor sino del diario.

Uno de los destacados dice: “No tengo miedo de recibir ataques por parte del Gobierno. El mensaje no es agresivo”. ¿Qué piensa el lector al encontrarse con esta frase? Habría al menos dos opciones: o que el actor no le teme a los ataques del Gobierno, o bien que el actor no teme (no cree) que el Gobierno lo ataque. Si vamos al cuerpo de la nota, la frase precedente está casi igual aunque Darín agrega un cierre: “Me parece que, al contrario, invita a la reflexión”. Esto es, el protagonista sostiene que no se trata de una pelea, sino de una reflexión. Como ejercicio, podemos imaginar qué tan diferente sería el destacado si hubiera dicho: “El mensaje invita a la reflexión”. Asimismo, en la nota se omite consignar cuál era la pregunta a la que está respondiendo Darín con esa frase. En efecto, no es lo mismo si el periodista preguntó “¿cómo le parece que el Gobierno recibirá este spot?” que si preguntó “¿cree que el Gobierno lo atacará por esta campaña?”.

Veamos la primera parte del primer párrafo de la nota: “Plano corto, la cara lavada y los ojos bien abiertos. Hay que transmitir una demanda y el rostro de Ricardo Darín es de pocos amigos”.
Globalmente, la frase corresponde a la descripción de una situación concreta. No obstante, también hallamos una exageración (“bien abiertos”) y el final del fragmento contiene un atenuador (“pocos”), el cual pretende, pues, exhibir una supuesta hostilidad del actor, ya que lo amortiguado sería el rasgo amistoso. Es decir, la nota configura la siguiente escena: hay un sujeto (Darín) que enfrenta a un enemigo (el Gobierno) y, entre ambos, el primero es creíble.

Otra frase del actor interpolada en el cuerpo de la nota es la siguiente: “Yo sé qué más allá de varios tipos, de esos que nos enteramos por las revistas que tiene un crecimiento desmedido, hay gente que se levanta todos los días a la mañana para ver cómo pueden hacer las cosas mejor”.
Si bien esta frase no posee un “pero” manifiesto, podemos presuponerlo implícito, como si hubiera dicho: “yo sé que hay funcionarios que se enriquecen, pero hay otros que hacen las cosas bien”. Lo que deseo subrayar pues, son dos cosas: a) si consideramos la frase como adversativa, dicho recurso invierte los posicionamientos de la objeción que el periodista expuso en el copete, ya que Darín estaría destacando la relevancia de los que hacen las cosas bien; b) por otro lado, no podemos desconocer que el actor, en rigor, no utilizó el “pero”, sino otra expresión (“más allá”). Entendemos que las diferencias retóricas entre el periodista y el actor son las siguientes: este último considera que hay funcionarios valiosos sin desconocer los ilícitos de otros, en tanto que el periodista procura persuadir al lector de que Darín no respetaría tanto a sus colegas.

Pasemos ahora al reportaje propiamente dicho. La primera pregunta que le formulan es si el “comercial” tiene una finalidad política. El actor dice que no tiene tal finalidad, que no tiene ningún proyecto político personal, que cree en las instituciones y que lo que le pide “a la gente que está dentro de las instituciones es que tome conciencia”. Darín, por lo tanto, responde que no habla como opositor ni está peleando con un rival. Probablemente, el actor también esté respondiendo al supuesto contenido en la pregunta del periodista, a saber, la intención de exponer un enemigo del Gobierno.
Otro aspecto interesante es que el periodista afirma que el actor se estaría “atajando” cuando da esa respuesta, con lo cual le asigna una suerte de estrategia defensiva.

En lo que sigue, transcribo una síntesis de las 7 preguntas y respuestas restantes.

-¿Pensás que a este Gobierno le falta discutir un poco más las ideas?
-Siempre se puede discutir más… Yo conozco gente responsable, sensible e inteligente que está en este Gobierno.
-¿Quiénes son esas personas?
-No me gusta dar nombres… A mí me gusta ejemplificar con acciones, no creo que uno sea absolutamente bueno y otro muy malo.
-¿Qué te parece la posición a favor de varios de tus colegas que han mostrado últimamente?
-Los que creen que tienen que tener una posición, primero, me produce una gran admiración… Después podremos discutir si estás o no de acuerdo con las cosas que dicen.
-Varios han tomado posiciones muy radicalizadas y hasta han dejado de sentarse en almuerzos televisivos.
-Me parece bien: que cada uno haga lo que quiera y discrepe si lo quiere hacer. Tenemos que desprendernos del temor a la posibilidad de las represalias.
-¿Qué cosas son las que te gustan de este Gobierno?
-Me parece extraordinario todo lo referido a los derechos humanos. Hay una vuelta al colegio, provocada por actitudes efectivas que salieron del Gobierno.
-¿Y qué cosas criticás?
-No sé, estoy harto de la gente que menciona las cosas que no funcionan…
-Hablaste de personas sensibles en este Gobierno. ¿Cristina es una de ellas?
-Yo creo que sí: es sensible y preparada…

En primer lugar, advertimos que de las 8 preguntas solo la primera tiene una relación más o menos directa con el tema de la nota (ecología, usinas de carbón, Greenpeace) mientras que las otras 7 son sobre el Gobierno.
Las respuestas a la preguntas sobre si al Gobierno le falta discutir un poco más y sobre qué piensa de sus colegas, es lo que tomó el periodista para construir el copete. Aquí verificamos, pues, no solo que lo que unió el periodista no fue así expresado por el entrevistado, sino que éste tampoco aludió a “ultrakirchneristas” ni dijo que al Gobierno le falta discutir un poco más las ideas. Mientras que la modelación realizada en el copete por el periodista sugiere que el Gobierno discute poco, Darín afirma que “siempre” se puede discutir más.
Otro aspecto global que resalta en las respuestas de Darín es que refuta casi todas las preguntas del periodista: no es un mensaje político, hay gente valiosa en el Gobierno, no le gusta dar nombres, no cuestiona a sus colegas, ni le gusta criticar lo que no funciona.
Por otro lado, un recurso que se reitera en el periodista es el uso de adjetivos y adverbios que magnifican ciertas cualidades (“ultrakirchneristas”, “hasta han dejado de sentarse…”, “posiciones muy radicalizadas”, etc.).

Conclusiones
La realización y publicación de un reportaje político comprende estrategias que, a grandes rasgos, se dividen en: estrategias para la formulación de preguntas y estrategias para la edición de la entrevista. Las primeras apuntan a orientar al entrevistado en determinada dirección o desviarlo de otras, en tanto que las segundas tienen como destinatario al lector. A ello hay que agregar el modo en que se titula la nota, las volantas, copetes y resaltados. Sánchez Manzanares (2008) enumera los siguientes recursos para la modelación de la información: selección de datos, disposición de los mismos y elección léxico-semántica.
Estas observaciones comprenden al análisis de una nota en particular, aunque un estudio mayor podrá considerar el marco general de la política editorial del medio de comunicación, lo cual requiere ya de un estudio longitudinal.
Si partimos del supuesto que dice que un medio de comunicación tiene por objeto influir sobre el lector, hallamos dos vías por las cuales se logar aquella finalidad. Una es la expresión de ciertas ideas políticas y otra alternativa –no excluyente con la previa- es el recurso a ciertos modos de expresión, que son testimonios de una subjetividad. Aquellos modos incluyen también estrategias tales como unir frases que estaban separadas, fragmentar una parte del discurso, adjetivar, descontextualizar, etc.

Podemos sostener que la edición de la entrevista construye al entrevistado, sobre todo cuando este último no aporta la perspectiva que, pareciera, buscaba el periodista. En efecto, el intercambio intersubjetivo muestra a un periodista que trata de exponer a un interlocutor contrario al Gobierno, que lo ataque, aunque fracasa en su intento.

Hay un tipo de lenguaje (o discurso) que es condición necesaria del periodismo. Nos referimos al lenguaje propio de la racionalidad, de la objetividad. Este tipo de discurso es esperable, corresponde al contrato con los lectores y resulta necesario, por ejemplo, para disminuir la desconfianza. Varios de los actos del habla detectados (información y descripción de hechos concretos, juicio valorativo, adversativo, etc.) corresponden a dicho tipo de discurso.

Un segundo componente discursivo está dado por la función pragmática de los textos del periodismo político, por su función inductora, por su propósito de influir. Esta intención puede no manifestarse, no hacerse evidente. En nuestro estudio hemos advertido: que el periodista busca que Darín critique al Gobierno (aunque Darín objeta la postura crítica que se pretende que él asuma), así como también induce cierta desconfianza en el lector (hacia el Gobierno), por ejemplo, cuando describe la credibilidad del actor.

Finalmente, un tercer estilo corresponde a los particulares adverbios y adjetivos que usa el periodista, muchos de los cuales tienden a promover cierto impacto mostrando la magnitud de ciertas cualidades (“ultrakirchneristas”, “muy radicalizadas”, “hasta”, etc.). Umberto Eco (1987) dice que un escritor no se identifica tanto con uno u otro personaje de sus textos, sino con los adverbios.

Quizá sea necesario señalar que no es propósito de este trabajo hablar bien del Gobierno o asumir alguna postura en ese sentido. Más aun, tampoco ha sido nuestro objetivo analizar la posición política –de adhesión o rechazo- que podría tener Ricardo Darín. En suma, nuestra meta consistió, simplemente, en analizar el modo en que un medio periodístico trata y elabora una noticia, en este caso, con una entrevista incluida.

Bibliografía
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D’Adamo, O. et al.; (2000) “Efectos políticos de los medios de comunicación”, Revista de psicología Política, N° 20.
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Perelman, Ch. y Olbrechts-Tyetca, L.; (1989) Tratado de la argumentación, Ed. Gredos.
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Sánchez Manzanares, M.; (2008) “Estrategias retóricas en la transformación textual de la noticia: ideología y objetividad en la prensa”, Revista Rhêtorikê, N° 1.
Van Dijk, T.A.; (1990) La noticia como discurso, Ed. Paidós.

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