Sebastián Plut
El bisiesto
es el día que se intercala, cada cuatro años, entre el 28 de febrero y el 1 de
marzo.
Es decir,
se trata de un único día cada cuatro años.
De modo
similar, solo es un día, cada cuatro años, en que un candidato gana una
elección presidencial. Los restantes 1.460 días, esa persona –con quienes lo
acompañen- debe gobernar el país.
De las
elecciones legislativas del año pasado, resultaron escogidos diputados y
senadores, aunque a muchos de los cuales los vemos más por hacer campaña de
cara a las elecciones del próximo año que por su tarea parlamentaria.
Muchos de
ellos son los denominados opositores al Gobierno Nacional, opositores que no
dejan de oponerse a cuanta medida tome el Ejecutivo y que, paradójicamente, no
cesan en su postura antagonista de cuestionar la presunta retórica antagonista
del Gobierno.
Son los
mismos que en ocasiones critican a los gobiernos que se autoproclaman
fundacionales pero, al mismo tiempo, no consideran que nada de lo hecho estos
10 años sea rescatable.
En las próximas
elecciones presidenciales habrá candidatos oficialistas y de la oposición, no
obstante lo que tendremos que elegir no es un/a “opositor/a” sino un/a
“presidente/a”.
Si
resultara electo un candidato de la oposición, este sería ganador en tanto tal
(opositor) únicamente un día, en tanto los 1.460 días que le siguen deberá
presidir el país.
Si es
esperable que en ciertos aspectos un próximo gobierno, al menos por la natural
alternancia, se diferencie del actual, también sería saludable que en muchos
otros asuntos haya continuidad.
En efecto,
la vida no puede ser solo continuidad, pues seríamos presa de una homogeneidad
empobrecedora, pero tampoco puede ser pura diferencia, porque perderíamos la
afinidad necesaria para nuestros vivir común.
Para
finalizar, quiero citar un breve fragmento de una carta que Freud le escribiera
a Einstein hace poco más de 80 años: “la unión de los muchos tiene que ser
permanente, duradera. Nada se habría conseguido si se formara sólo a fin de
combatir a un hiperpoderoso y se dispersara tras su doblegamiento”.
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